jueves, 19 de julio de 2012

España se quema


España está en llamas. Y no sólo por el incendio que ha quemado en Valencia más de 48.000 hectáreas, sino por todo el calentamiento global que está provocando el Gobierno a base de recortes, recortes y más recortes. La gente está muy quemada, y la calle está muy pero que muy caliente.

Todo este aumento de la temperatura, unido a un cálido verano, puede convertir este país en una olla a presión de un momento a otro. Y como reviente, mejor que muchos se aparten porque la onda expansiva puede causar muchos daños. En Asturias, los mineros están que trinan, porque ven que le roban el futuro. Y a guerrilleros no les gana nadie. En España hubo una gran revuelta de los trabajadores de la minería allá por 1934. Dos años después llegó la guerra civil. Esperemos que la situación ahora no acabe como entonces (y no creo que lo haga), pero los ingredientes que hay en este caldero en plena ebullición son muy picantes.


Pero no sólo son los mineros los que incendian las calles. El 15M sigue vivo. Con su pacifismo habitual, que no se escucha tanto, pero ahí están. Y los sindicatos, que hacen ruido sólo cuando les conviene, enarbolando la bandera de la lucha y la protesta (como en las manifestaciones de este 19 de julio), aunque hace tiempo cambiaron el rojo por el verde del dinero que reciben en subvenciones. Claro que una cosa es la cúpula sindical, y otra muy distinta son las bases. Ya hay clasismo hasta en los mismos sindicatos. Si volviera Pablo Iglesias, ¿qué diría?

El caso es que los últimos ajustes del Gobierno (o recortes, dejémonos de eufemismos), dejan a España en estado crítico. Y algo está cambiando porque los policías o los bomberos (como buenos funcionarios jodidos) se están uniendo a las manifestaciones. Ayer, curiosamente, fue 18 de Julio, día del alzamiento nacional. Se cumplieron 76 del comienzo de la Guerra Civil. Ahora, repito, nada hace presuponer que la cosa acabe así. Sobre todo porque de haber dos bandos, estarían muy desiquilibrados. Ya que, como dicen en el movimiento 15M, los que estamos jodidos somos el 99%. Y como todos dejen su confortable sillón y salgan a la calle, mejor que el 1% se exilie o diga aquello de "¡¡¡tierra trágame!!!"
 

lunes, 11 de junio de 2012

Goles son amores

"Esto es inflación y lo demás son tonterías" (cerebro de Mariano)


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Goooooooooooooolllllllllllllllllllll!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡Gol gol gol gol!!!!!! ¡¡¡Hay gooooool de Espaaaaaaña!!! ¡¡¡¡Gol en propia puerta!!!! Un fabuloso tanto por toda la escuadra de Mariano Rajoy. Los aficionados no han encajado el tanto con sorpresa. El devenir de los últimos lances del encuentro hacía presagiar que el gol llegaría de un momento a otro. Esto confirma los peores augurios y la selección se coloca en zona de descenso junto a Grecia, Irlanda y Portugal.

Damas y caballeros, qué mejor forma de hablar del rescate financiero de España que con una metáfora futbolística. No en vano, nuestro presidente es muy futbolero. Tanto que se va a Polonia a ver jugar a la selección mientras el barco español es remolcado por el buque Europeo (demasiados barcos ya para un buque cada vez más debilitado). Como el capitán del Costa Concordia, Rajoy también salió por patas. “Total, que se hundan ellos. Yo tengo flotadores de sobra.”, debió pensar.

Nuestro querido gallego, tan especialista en eso de marear la perdiz y usar eufemismos, sigue sin llamar al pan, pan, y al vino, vino. Prefiere hablar de préstamo o ayuda cuando se trata de un rescate en toda regla. Europa nos echa una soga. Y viendo como están nuestros colegas los griegos, probablemente sea una soga al cuello. Pero claro, a don Mariano, con esa habilidad innata para el ‘dribling’ (más ‘gambetero’ que Messi, oigan), no le gusta llamar a las cosas por su nombre. Al final va a ser más zapaterista que Zapatero. ¿O acaso no recuerdan un presidente del Gobierno español que hablaba de “desaceleración” o “breve recesión” para no usar la palabra crisis? ¿Se acuerdan de cómo fue criticado por el entonces líder de la oposición? Nuestro querido EX estará ahora en su casa (o en un retiro espiritual) pensando aquello de… “otro vendrá que bueno me hará”.

Para terminar con el símil futbolístico, lo malo no este último gol. Lo malo es que la goleada es ya mayúscula, si sumamos lo de Bankia, el paro, la reforma laboral, los recortes…

...y lo que está por llegar...

¡¡¡Árbitro, la hora!!!

sábado, 28 de abril de 2012

Barranquismo laboral

España sigue despeñándose por ese enorme barranco del desempleo, sin nada ni nadie que sea capaz de poner freno a su caída. Y lejos de levantarse, parece abocada a seguir en el suelo más meses e incluso años. Las reformas laborales, las medidas-improvisaciones del Gobierno y las voraces fauces de los llamados mercados, devoran trabajo allí donde van.

Hemos llegado a la cifra de 5.639.500 parados, un 24,44% de la población. Prácticamente uno de cada cuatro españoles no trabaja. Y encima el mismo Gobierno prevé que la destrucción de empleo siga durante toda lalegislatura. Hasta 2015, oigan. Visto lo visto, pronto llegaremos a los seis millones. Hagan sus apuestas…


Y mientras la tormenta sigue, el españolito de a pie espera que escampe contemplando la lluvia a través de los cristales rotos de la esperanza. Con un presidente del Gobierno que no da la cara y que huye como las ratas de las preguntas de los periodistas. Y con un jefe de Estado que cara es precisamente lo que le sobra, por mucho perdón que pida (quien sabe si con los dedos cruzados).

España no se levanta, no. Y mientras los poderes fácticos, tanto económicos como políticos, sigan provocando tantos seísmos en el mercado de trabajo, la piel de toro seguirá siendo un lugar ideal para practicar el ‘barranquismo laboral’. Pero sin arneses ni equipo de seguridad, que es mucho más divertido.

martes, 10 de abril de 2012

Con la cruz a cuestas

Soy consciente de que me asomo por estos lares con cuentagotas, pero que conste que ya lo advertí. Y no me faltan razones, lo que me falta es tiempo. Para más inri, últimamente abarco más cosas de las que debería abarcar. Pero es que hay veces que las tripas se te revuelven y uno tiene que moverse y gritar porque si no revienta.

España cada vez se parece más una ciudad bíblica, donde el obrero hace las veces de Jesús de Nazaret y el Gobierno se convierte en la legión romana. Igual que fue vendido el llamado hijo de Dios por 15 monedas, el votante del PP se ha quedado desamparado a los dos días de llegar Rajoy al poder. Primero fue la subida de aquellos impuestos que no se iban a tocar (“me negarás tres veces…”), luego tuvimos que cargar con la cruz de la reforma laboral por el monte calvario de la precariedad y después el ciudadano español fue crucificado en un paraje tan inhóspito como son los Presupuestos Generales del Estado para 2012.

Pero no ha acabado aún esta Semana Santa, porque no paran de llover latigazos. Que si el endurecimiento del código penal para incluir la “resistencia pacífica” dentro de los “atentados a la autoridad”. Que si anunciar una amnistía fiscal para los defraudadores, en un claro y espantoso “donde dije Diego…”. Y ahora meten el dedo en la maltrecha llaga de la sanidad y la educación públicas, con recortes por valor de 10.000 millones de euros (“Mariano, ¿por qué nos has abandonado?”). Y para colmo, desde tierras catalanas ríen y aplauden la gracia, y alientan a cobrar a los pacientes del hospital 10 euros por día (encima de asesinos, necrófilos).

En fin, que me parece a mí que la religión marianista cada vez está perdiendo más adeptos (véase el resultado de las andaluzas). Rajoy, como sigas así vas a durar menos que Calvo-Sotelo. 'Mariano, el breve' te van a llamar.

martes, 6 de marzo de 2012

España, superpotencia subdesarrollada



En este país tan desarrollado
hay mucho subdesarrollo emergente,
y más de una cuenta aún pendiente
con el progreso que no hemos saldado.

Jugamos la 'Champions League' de prestado,
creyendo tener un sobresaliente
en economía. Siendo evidente
que hay que lograr primero el aprobado.

Aun siendo de primera división,
el objetivo por el que luchamos
no es otro que lograr la permanencia.

España es un país más del montón.
Va siendo hora de que lo admitamos:
nos viene grande ser superpotencia.